Pablo Neruda, en su libro Confieso que he vivido relata cómo viola a una mujer: Singapur, él con veintipocos años, cónsul y famoso ya por haber publicado años antes Veinte poemas de amor y una canción desesperada descubre quien se encarga de vaciar el cubo de sus muchos excrementos (físicos y morales), era una joven de la raza tamil, de la casta de los parias ("la mujer más bella que había visto hasta entonces en Ceilán") y a pesar de su humilde oficio no le hace ningún caso; así durante varios días, hasta que una mañana la viola. Termina el relato de esta violación con una frase que merece recordarse: "Hacía bien en despreciarme". El gran poeta era, en sus propias palabras, un ser despreciable en muchos aspectos de su vida. Podemos leer el pasaje en las páginas 136 y 137 de esta edición on line.
Saludos