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sábado, 1 de marzo de 2008
La eutanasia, próximo reto socialista.
Hoy voy a dejar un reportaje del periódico La Razón. Destaco en este inicio de entrada unos pasajes, y si alguien quiere, que lea el reportaje completo.
Algunos médicos ya dan por hecho que, si el PSOE gana las elecciones, promoverá iniciativas para legalizar el suicidio asistido.
El episodio más sonado en este debate ha sido el «caso Severo Ochoa». Un anónimo denunciaba «más de 400 casos» de eutanasia en las Urgencias del Hospital.
Soria (Bernat Soria, ministro de sanidad actual. Se presenta por Alicante a las próximas elecciones) puso las cartas sobre la mesa al llegar a Sanidad: pretende abrir el debate de la eutanasia.
La eutanasia, próximo reto socialista
El «caso Severo Ochoa» ha servido al PSOE para abrir el debate sobre la atención al final de la vida. El ministro de Sanidad ya ha anunciado que su intención es que un grupo de científicos decida sobre «casos dudosos» de enfermos terminales
Rosa Serrano
MADRID- Primero fue la película «Mar adentro». El film, el más premiado de 2004 en España, relataba la historia de Ramón Sampedro, el primer europeo que solicitó la eutanasia ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Después surgieron casos como el de Inmaculada Echevarría, una paciente de Granada con una enfermedad degenerativa que reclamaba el «derecho a morir». Tras la «tormenta» de las supuestas sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa de Leganés, el propio ministro de Sanidad, Bernat Soria, abrió de par en par el debate de la eutanasia al proponer que una comisión de expertos decida sobre «casos dudosos». Coincidencia o no, el caso es que en los últimos cuatro años han proliferado los movimientos orientados a crear el «clima» favorable a la eutanasia activa que al principio de la legislatura, según aseguraba la ex ministra de Sanidad, Elena Salgado, no existía. Algunos médicos ya dan por hecho que, si el PSOE gana las elecciones, promoverá iniciativas para legalizar el suicidio asistido.
El episodio más sonado en este debate ha sido el «caso Severo Ochoa». Un anónimo denunciaba «más de 400 casos» de eutanasia en las Urgencias del Hospital. Ante la gravedad de los hechos, en un principio la respuesta de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Sanidad fue la misma: remitir el escrito a la Fiscalía. Sin embargo, muy pronto PP y PSOE fueron por derroteros distintos. Mientras que el consejero madrileño, Manuel Lamela, relevó del cargo de coordinador de Urgencias a Luis Montes, el PSOE de Madrid lo apadrinó y acusó al PP de querer privatizar la Sanidad.
«Sin lugar a dudas, el PSOE ha intentado crear un clima de opinión favorable a la legalización de la eutanasia. Y para ello ha aprovechado el Severo Ochoa». Quien habla así es Teodoro Grau, especialista en Medicina Interna y coordinador de Urgencias en el Hospital Severo Ochoa de Leganés hasta hace dos meses. Grau, que sucedió a Montes en las emergencias, no está vinculado al PP e, incluso, ha militado en grupos de izquierdas. A su juicio, el PSOE ha creado la imagen de que el PP es contrario a evitar el sufrimiento de los pacientes para lograr «un cambio de mentalidad».
Se trata de una tergiversación. «La limitación del esfuerzo terapéutico con un paciente terminal es cotidiana. Nadie, ni la Iglesia, está en contra», explica. La sedación de terminales, también está aceptada, pero «en contadas ocasiones, y no en Urgencias». Por último, la eutanasia activa es ilegal en casi todo el mundo. «Lo de suicidarse por ser tetrapléjico, como en la película, es una barbaridad», dice.
Pero, pese a las evidencias científicas, Soria puso las cartas sobre la mesa al llegar a Sanidad: pretende abrir el debate de la eutanasia. Lo quiere hacer a través de la Comisión de Bioética. Este órgano nace de la Ley de Investigación Biomédica, la misma que permite la clonación. Sus miembros, 12 expertos nombrados por Gobierno y autonomías, decidirán, en principio, sobre investigaciones. Pero Soria quiere ampliar sus funciones y ya ha dicho que le gustaría que decidieran sobre eutanasia. En este punto es probable que se tope con la oposición de muchos científicos. Es el caso de César Nombela, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense y uno de los miembros de la Comisión. «Por más que leo la ley -señala- no lo veo como un cometido de la comisión». Y, «ni mucho menos», decidirá sobre casos concretos. Para Nombela, el problema está en que «la gente confunde la oposición a la eutanasia con el deseo de prolongar de forma artificial la vida. Pero la eutanasia es el aceptar el fracaso del progreso».
El Colegio de Médicos concluyó que en la atención a 34 pacientes fallecidos en el Severo Ochoa se incurrió en «mala práctica médica»
El ministro de Sanidad quiere que los 12 expertos de la Comisión de Bioética se encarguen de decidir sobre enfermos terminales.
Reportaje anterior en La Razón
Saludos
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Ojalá fuese el gobierno socialista lo suficientemente valiente como para aprobar una ley tan polémica como la de la eutanasia, pero creo que no va a ser así tampoco en esta segunda legislatura. Soy socialista y creo que las personas deberían poder decidir sobre su propia vida, que es el mayor derecho que todos tenemos, pero entiendo que es muy difícil aprobar leyes como ésta, que además debería tener muchos matices y no se puede hacer una ley así a la ligera y en poco tiempo. Espero que algún día si estará España lo suficientemente preparada para avanzar en ese sentido.
ResponderEliminarUn saludo, MARTA.
Marta, las leyes están para aprobarlas y para cumplirlas. Lo que no puede ser es que sin haber ley venga un doctorcillo y te dé una dosis de calmantes para llevarte al otro mundo, porque, según su baremo, superas unos ciertos puntos. En el caso Severo Ochoa pasó algo de esto y el doctor Montes recibe los abrazos socialistas. Sin que haya ley.
ResponderEliminarNo sé tú, pero yo no quisiera ir al hospital donde este señor pinte algo, y que me aplicara su baremo particular.
Hasta qué punto una persona está desahuciada debe ser algo muy difícil de valorar. De momento (sin ley) el principio de defensa de la vida es prioritario.
Termino con una peli que te recomiendo. La vi hace unas semanas. Para darle vueltas al coco: "La escafandra y la mariposa" dirigida por Julian Schnabel.
Saludos.
Cuando digo que deberíamos tener el derecho a decidir sobre nuestra propia vida me estoy refiriendo a casos de personas con las capacidades mentales intactas y que desean poner fin a su vida como Ramón Sampedro, Jorge León e Inmaculada Echevarría. En estos casos, que nadie debe decidir por ellos puesto que ellos mismos pueden expresarse, sí debería permitirse la eutanasia. Otro asunto es cuando el enfermo está en estado vegetativo y sin la posibilidad de comunicarse y son los demás los que tienen que decidir por ellos, ahí si entiendo que es mucho más complicado, porque como tú dices es difícil de valorar hasta que punto una persona está desahuciada. De todas formas, ni soy licenciada en leyes ni en medicina, por tanto me limito a dar mi opinión de persona y te aseguro que no me gustaría estar en ese caso y que no me dejasen decidir si seguir ó no viviendo en esas condiciones.
ResponderEliminarRespecto a la película, precisamente hace pocos días había leído algo sobre ella y sobre el libro en el que está basada. La veré en cuando tenga ocasión, gracias por la recomendación.
Saludos, MARTA.
La eutanasia es un tema muy pantanoso. Se habla de legalización de la eutanasia para casos límite. Pero en Holanda, donde lleva legalizada años, no es así; se va haciendo habitual y va calando la mentalidad de que si estás enfermo lo mejor -para todos- es pedir la eutanasia, en detrimento de los cuidados paliativos
ResponderEliminarPreguntar a un enfermo si desea pedir la eutanasia es ponerle ante un dilema y ya tiene consecuencias en él. Si pide la Eutanasia, se le quita la vida y acaba el dolor, claro. Pero ¿y si pidiera medicina paliativa? Algunos dirán, con tono comprensivo, que no pasaría nada, todo sigue como siempre, se le cuida hasta que muera. Pero no. Ya nada es como antes. Si elige seguir viviendo, siempre tendrá que explicar por qué ha optado por una solución que supone más sacrificios a sus cuidadores, más dinero al Estado por gastos de la Ley de Dependencia y gastos sanitarios. El mismo personal sanitario que le cuida es el que le hubiera quitado la vida. Y como el enfermo no ha querido, hay que seguir cuidandole. Y total, para seguir sufriendo. Y los familiares, que quizá le sugirieron la eutanasia, son los que deben seguir viniendo a verle no se sabe cuantos meses o años más. Y quitando tiempo de dedicación a los niños, y con la hipoteca que les agobia, y en vacaciones, a ver que pasa... Los médicos o los familiares, no va a decir así las cosas, claro. Pero no somos tontos y sabemos cuando algo que hemos decidido no ha caído bien o resulta un engorro.
Encima, el Estado es parte interesada. Aunque los políticos se indignen, saben perfectamente que cuanta más eutanasia, más millones de euros para otros gastos sanitarios. Cuestan mucho menos dinero los trámites de defunción que un día más de cuidados paliativos. Para un contable sin prejuicios morales la mejor solución está bien clara: animar a pedir la eutanasia a todos. Sin embargo, nuestros mayores y nuestros enfermos, que con su vida han colaborado a hacer un mundo más humano, se merecen la mejor solución aunque cueste más. Si alguien quiere tener más reflexiones de interés sobre este tema en la etiqueta: http://opinionciudadano.blogspot.com/ se encontrará unas cuantas
Gracias por ofrecerme la opción de opinar,
Santiago